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lunes, 24 de enero de 2011

Lazos de Inocencia


Repite mi nombre
una y otra vez,
Rasga los silencios de la alcoba
de la penumbra tiernamente extinta,
déjame poseerte en el letargo de la humanidad frágilmente vestida con arapos,
enredarte y hacerte caer en los placeres prohibidos,
seducirte en las pronunciadas curvas de la oscuridad,
sobre la suave alfombra color café,
y que mis fríos besos te arrastren a otra dimensión,
donde palpo tu cuerpo en la oscura y trémula noche
bañada de aromas mordaces capaces de enloquecer a cualquier criatura,
danzando en el silencio sobre tu piel,
levemente interrumpidas por ligeros gemidos en tu oído
y tu fuerte respiración contra mi pecho
besando y explorando las llanuras de tu cuerpo,
conociendo tus limites y fronteras
te hago mío con el transcurrir de las horas,
dibujando cicatrices en tu espalda,
y tu pintando mariposas en mi vientre,
marcando la pauta
y el ritmo perfecto con tus suaves dedos
paseándose por las húmedas praderas de mi ser,
penetrando hasta el último de mis pensamientos
haciéndome tuya,
una y otra vez
hasta que el cansancio nos obligue a deternos
y el amanecer se encargue de recordarnos nuevamente el tiempo.

Silencios


En la noctambula pradera avance paso a paso

Sigilosa en la penumbra de la noche,

Suavemente me moví por el maizal

Como la brisa, cálida y silenciosa

Me permití jugar con mis dedos y las ramas de las plantas mientras avanzaba,

Me detuve en las afueras de tu casa

Decidí meditarlo unos minutos más,

indecisa me quede estática por un momento,

No me fije cuanto tiempo tarde en decidir avanzar,

Entre a delicadamente a tu pórtico,

Observe tus muebles y esa fotografía en el buró,

Los cuadros minuciosamente seleccionados

haciendo contraste con las paredes del comedor,

Subí suavemente las escaleras,

Cuidadosamente para no hacer ningún ruido que pudiese alertar siquiera a los

animales.

Entre a tu habitación

Me aproxime hasta el filo de tu cama y te observe dormir

Tan placido e inocente de tu entorno,

Al lado de ella, que aún sumida en sus sueños parece reír

Me acerco a ti,

Percibo tu afable olor,

Sonrío,

No puedo evitar recordar lo felices que solíamos ser

En esas tardes de otoño,

Cuando algo parecía diferente

No tenía tanto frío,

Y tú me mirabas más a los ojos,

Me acerco a ti,

Suavemente me inclino a besarte,

Me rehúso a lastimarte está noche,

Quizá mañana no tengas tanta suerte,

Hasta luego amor mío

Nos veremos pronto,

En este plano o el otro,

En silencio te esperaré.

Tu Ausencia


Abrí mis ojos en la mañana,
voltee a observarte y no te estabas,
mire a mi alrededor
no te vi,
me levante de la cama suavemente
no quise perturbar tu ausencia,
encendí un cigarrillo,
mire la ventana
la calle desolada
un leve aroma a melancolía
se cuela por los agujeros de los vitrales
impregnando las cortinas,
solo una fría brisa se pasea bailando por el jardín,
en los que las tardes de otoño caminábamos juntos
se escucha un silencio infinito y atemorizante,
roto por un suspiro
y el reloj de la repisa
que no deja de repetir su incansable
tic tac..
por segundos contengo la respiración,
cierro mis ojos,
siento como me abrazas,
respiras levemente en mi cuello desnudo,
tus manos bajan suavemente hacia mi vientre
me acaricias y me susurras al oído, que no te irás,
el canto de las aves
me trae a la realidad,
descubro que no estás
fue otro desvarío de mente
que simplemente tiene esa mala costumbre de extrañarte
estos fríos días de otoño
nuevamente fui presa de tu ausencia
que se burla de mi en silencio.